Presentación (Aro, Cayo, Emillio, Jane y Alec, por ser lideres de la guardia)

Llegué con Emillio a la puerta de la biblioteca donde Aro y Cayo estarían hablando. Llamé y aferré a mi la mano de Emillio, estaba nerviosa por lo que podía ocurrirle si Aro no le aceptaba.
- Vamos - dije haciendo un gesto - señores, tengo algo que quizá pueda interesaros - apunté a Emillio y ellos lo miraron atentos - El se llama Emillio, nos conociamos cuando eramos pequeños, el otro día lo encontré tirado en un callejón de Volterra, le habían mordido, se que no debí hacerlo pero lo escondí para saber si podía sernos útil y bueno... - dije bajando mi rostro - tiene dos poderes y son alucinantes.
Aro se levantó y le miró atento
- Ha sabido tan solo con verme que podía explosionar cosas, y no solo eso también localizó el poder de Jane y el de Luciana a distancia y... señores es un anulador de poderes. Nunca había visto algo así.

interesante- dije con malicia mientras observaba al chico- pero, has echo mal Antonela, no has confiado en nosotros y lo peor de todo es que has traido a un nuevo sin tener permiso. tu y este nuevo tienen que saber que eso nunca se hace- le dije al oido, y enseguida vi a Jane que tambien me miraba con malicia, Jane sabes que hacer, los dos tienen que aprender que nunca! e dicho nunca! nos deben de ocultar las cosas- sentencie y Jane uso su don contra los dos vampiros, ellos se retorcieron de dolor por varios minutos hasta que dije- ya, creo que han aprendido, verdad?

- Si lo traje señor Cayo fué porque lo encontré en la calle tirado y dejar a un neonato solo abandonado es peligroso - dije moviendo la cabeza para despejarme después del dolor que Jane me suministro, Emillio miraba a Jane con una gran sonrisa, maravillado por su poder - Si lo llego a dejar allí, hubiera sido un peligro para nuestra raza, no lo traje porque fuera mi amigo, es mas la última vez que lo ví era un niñito esmirriado no lo conocí pero el a mi si al despertar, le guardé para averiguar si podía servir a la guardia, de todos modos iba a entregarlo ese es mi trabajo

Miré a mi maestro Aro y cogí la palma de su mano, era bien cierto que los nuevos no me gustaban para nada pero quiza a este podríamos usarlo de un modo especial, podrían cambiar las cosas, el chico parecía especialmente interesado en Antonella y sabía que ella no le diria que no pues le había cogido de la mano.-Maestro - dije cogiendo su mano - (con él las cosas podrían arreglarse, podría dar estabilidad a Nella y las cosas no saldrían volando, ¿ve usted lo que yo veo? - le mostré bien las imagenes - quizá esta sea la única manera de que esta guerra acabe, yo le entrenaré, con Antonella hasta ahora ha salido bien, ¿qué me dice?)

- Eras tu - dije anonadado - sentí tu poder nada mas despertarme, sin duda es potente y hace muchísimo daño, eres increible.

Puse una sonrisa torcida
- Si sigues así vamos a llevarnos bien Emillio - dije al ver como me alagaba - sabes bien como tratar a una chica.

- A una niñita especial - dije sonriendo a Jane - es Jane, necesito que me muestres algo Emillio, ¿te importa? - dije poniendo la palma de mi mano - no te haré daño.

- Lo suponía señor - dije dándole mi mano - se cual es su poder.

Tome la mano y vi todo lo que ocurrió, al parecer mis dudas ante lo que Antonella dijo no eran ciertas decía toda la verdad, alguien le mordió, un vampiro se coló en Volterra y le mordió, era extraño que no nos hubiesemos dado cuenta, ví como el oyo la voz de Antonella en el callejón, como al despertar la reconoció y ella a él no, como reconoció el poder de Antonella y el de Jane y el de Luciana que los vió cuando iban a venir hacia aqui.
- Increible - dije mirando hacia mi hermano - Antonella ha dicho la verdad, al parecer un vampiro se coló en Volterra y mordió a este jovencito, la duda es... ¿cómo no nos dimos cuenta de que había otro vampiro aqui en la ciudad? - Cayo me miró pensativo - Bueno jovencito me sorprendes, dime ahora ¿qué mas poderes sientes por aquí?

Nells me dió un pequeño empujón con el hombro para que hablara
- Siento... - me concentré - siento poderes mentales y fisicos increibles. Explosión, hipnosis, inflingir daño con la mente, anular los 5 sentidos, este es gracioso, poder de seducción, dos escudos, uno es mental y el otro es ante un ataque físico alucinante, un rastreador, un lector de mentes, alguien puede romper y unir lazos entre personas, control de fuego y agua, percibir relaciones entre personas, guau, increible.

- Todos escepto Santiago, Corin, Felix y Afton porque acaban de salir de misión, y Santiago y Félix no tienen poderes - dije mirando a mi maestro - al parecer alguien se parece a Eleazar.

- Benne - dije mirándolo anonadado - has dicho todos los poderes de la guardia - miré a Cayo - parece que no tendremos que volver a pedir a Eleazar que se nos una de nuevo a la guardia

me parece muy interesante- dije mirandolo- que otro poder tienes?

- Pues el único poder que siento en esta sala y que ninguno de vosotros tiene es el de anular los poderes ajenos ya sean ofensivos o defensivos, es decir que tambien... soy capaz de anular cualquier escudo - dije sorprendido - guau, no lo puedo creer - Antonella sonrió de oreja a oreja y me miró , ¿significaría que estaba salvado? - no se si os gusta eso.

- Maravilloso - dije con una sonrisa torcida - una gran joya para la guardia, eso sin dudarlo y quizá gracias a tí muchas peleas en el castillo puedan acabarse - me acerqué a Antonella - tal vez gracias a Emillio alguien controle su mal genio - ella bajó su cabeza algo avergonzada - porque no te lo llevas de aquí y le enseñas el castillo en lo que hablo con mi hermano y Jane.

Antonella hizo una reberencia y me miró cogiendome de la mano, era extraño ver a Nells cumpliendo ordenes de alguien, ella siempre fué independiente, algo maquiavélica y odiaba que la gente le mandara, supongo que pertenecer a esto tendría que ser así de modo que hice lo mismo y me dí la vuelta con ella.

- Ten cuidado si salis a la ciudad sabeis que no me gusta que caceis en ella y él aún es neófito, llévale al bosque, es fin de semana y hay excursionistas.

entre al salon y me tope con Antonela y un neofito, lo agarraba de la mano asi que supuse que era su nuevo juguete, bien por ella, pense y entre- Aro, aqui me tienes- dije y hice una reverencia forzada, los tres (mi hermana, caio y aro) me miraron malumorados.